La carpintería metálica consiste en la fabricación de instrumentos y herramientas de uso cotidiano en la arquitectura de los inmuebles (puertas, ventanas, etcétera).
Su base es la utilización de metales como el aluminio, el cobre o el latón.
Dada su importancia en la decoración y seguridad contemporánea, tanto de hogares como de edificaciones diversas, en este espacio se exponen sus principales características y ventajas.
El sello distintivo de la carpintería metálica
El trabajo con metales es un oficio con muchos siglos de existencia. De hecho, una etapa de la historia universal se denomina Edad de los metales por el uso de estos en las civilizaciones en ascenso.
Por ello, en un principio sólo se hablaba de este campo cuando se sustituía la madera (materia prima básica de la carpintería), por algún metal para elaborar puertas y ventanas.
Con el paso del tiempo, lo que sigue vigente hasta nuestros días, este concepto incluyó el trabajo de metales como el hierro, el cobre, el aluminio y el bronce.
El objetivo siguió siendo el mismo, a pesar de todo: la fabricación de muebles, rejas, puertas, ventanas, fachadas, elementos de arquitectura interior y dispositivos de seguridad y aislamiento acústico, por ejemplo.
Las principales creaciones
Actualmente, las empresas del rubro se encargan de fabricar y comercializar este tipo de productos, tanto a particulares como a grandes empresas constructoras y de remodelación inmobiliaria.
Este tipo de trabajo de metales requiere tanto pericia como imaginación.
El metal va adquiriendo forma con base en la visión del carpintero metálico y el tipo de soldadura que emplee en cada caso.
En consecuencia, no solamente se podrían obtener ventanas o persianas, por ejemplo, sino que es posible atestiguar la creación de verdaderas obras de arte elaboradas con metal.
Por lo anteriormente dicho, algunas personas consideran que los profesionales del campo son verdaderos artistas.
Se considera así porque el trabajo con metales es una actividad caracterizada por la dedicación puesta en cada pieza. Esto es el reflejo de los objetivos perseguidos por el creador, así como de las necesidades y solicitudes de los clientes en cuestión.
De entre las creaciones más frecuentes solicitadas a los artesanos de este rubro, destacan las persianas, las ventanas, las puertas, las escaleras, los barandales, los enrejados y los techos.
No obstante, también merecen mención los cerramientos, las vallas, las mallorquinas, las mamparas, los toldos, los paneles, los escaparates, las celosías, las divisiones modulares y los ornamentos metálicos exteriores de balcones y fachadas principales.
Siendo así, toda construcción, independientemente de su uso, cuenta con expertos que pueden complementar, de manera funcional y artística, las instalaciones previamente diseñadas en materia de drenaje, ventilación, acceso, iluminación y mampostería en general.
El trabajo con metales permite concretar diseños específicos adaptados a todo tipo de lugares, condiciones espaciales (clima, humedad, altura etcétera) y solicitudes específicas.
Sumado a ello, es posible desarrollar muebles y creaciones con distintos ornamentos dentro de las mismas (forman parte de la pieza, no se superponen); esto aumenta su valor estético, no sólo funcional.
Principales ventajas
Lo que destaca en primer lugar es la resistencia de los productos elaborados.
Dado que se encuentran elaborados con metal, su dureza y resistencia es mayor a la de la madera convencional.
Es por esta razón que su tiempo de vida útil se amplía considerablemente.
El empleo de metales hace que, dependiendo el caso, los procesos de conservación, mantenimiento y restauración de los muebles y artículos creados sean de sencillez considerable, en comparación con los propios de la carpintería general.
Lo anterior aplica, también, para las labores de limpieza rutinaria.
Esta particularidad se traduce en una notable reducción de costos de mantenimiento (menos tiempo, menos dinero, menos esfuerzo).
Cuando se valoran adecuadamente estas características, se distingue claramente que estos productos ofrecen mayor seguridad a los usuarios.
Dicho aspecto se evidencia con mayor fuerza en el caso de techos, enrejados, puertas y ventanas.
Por otra parte, cuando se trabaja con aluminio, se cuenta con beneficios adicionales.
Este material se caracteriza por alcanzar la resistencia del acero en caso de tener un trabajo adecuado (profesional).
Aparte, en este caso es posible el reforzamiento adicional al gusto y necesidad de cada cliente.
Continuando con el aluminio en concreto, también sobresale su condición ignífuga; es decir, no comienza o continúa un incendio (ni arde durante el siniestro).
Asimismo, sobresale su superior resistencia a la intemperie y las condiciones climáticas adversas (cambios de temperatura, nevadas, lluvias torrenciales, vientos huracanados, etcétera).
De igual forma, este material es resistente a la corrosión y la deformación, además de brindar aislamiento acústico y térmico.
Como es posible apreciar, la carpintería metálica es un oficio artístico de suma relevancia en el mundo de hoy, especialmente por sus bondades en materia estética y de seguridad.
No obstante, sólo es posible gozar de su potencial cuando es efectuada por profesionales realmente dedicados, comprometidos, creativos y experimentados.